Motivación Diaria: El Poder de la Resiliencia y la Disciplina Estoica

 



Hace alrededor de 24 siglos, Marco Aurelio ya nos recordaba la importancia de la disciplina y la resistencia estoica en nuestras vidas. Muchas veces, nos maravillamos ante la disciplina de los asiáticos, quienes han elevado sus países y sociedades como un solo grupo humano, cosechando éxitos prácticos y populares que perduran hasta el día de hoy.


Ser buenos hijos, ser padres responsables, todo influye en ese camino. Los asiáticos nos ganan en disciplina porque han sacrificado, han trabajado incansablemente, han levantado sus sueños como un solo grupo humano. Es un recordatorio de que, para lograr el crecimiento, se requiere práctica y popularidad, tal como lo mencionó Marco Aurelio.


En la actualidad, vivimos tiempos inciertos que generan dudas y ansiedades. Sin embargo, es esencial recordar que la disciplina y la resistencia estoica son las herramientas que nos permitirán superar cualquier desafío. La doctrina milenaria está ahí, lista para ser utilizada. Pero, ¿cómo la utilizamos?


Es un hecho que muchos juzgan a aquellos que han alcanzado el éxito, tildándolos de egoístas o malas personas. Pero, como señala uno de los analistas más grandes del siglo XX, compartir no significa regalar. Las posesiones adquiridas con esfuerzo deben ser compartidas con generosidad, pero no a expensas de perder de vista el propio crecimiento.


Es fácil caer en la tentación de culpar al estado por la seguridad social, pero, como emprendedores, también debemos recordar que trabajamos no solo para nuestros sueños, sino también para los sueños de aquellos que nos emplean. La filosofía estoica nos insta a adaptarnos en tiempos difíciles, a generar nuestro propio sustento y a asumir la responsabilidad de nuestras vidas.


Si buscamos un cambio real, debemos empezar por cambiar nosotros mismos. Los ricos entienden la importancia de la disciplina, y aunque no garantiza la riqueza instantánea, sí nos llevará a cosechar recompensas en 15 o 20 años. Estamos aún en la gallina, no hemos salido de ella, pero el camino hacia un mejor estilo de vida comienza con disciplina, tranquilidad y una mente abierta para aprender y mejorar. Tenemos la inventiva, la inteligencia, solo falta la determinación para aplicar la disciplina y la resistencia en nuestro viaje hacia el crecimiento personal y profesional. ¡El cambio comienza con nosotros!


¡La astucia ya la poseemos, ahora solo falta dar ese primer paso! Deja de pensar que nunca podrás bajar de peso, simplemente deja de comer en exceso. Los japoneses nos enseñan el arte del raciocinio al consumir el 80% de su plato, evitando el exceso al 100%.  y eso me hace reflexionar sobre la importancia de mejorar nuestras vidas. Todo comienza con disciplina, resiliencia y tranquilidad. Si no lo intentamos, no perdemos nada, pero el mundo está diseñado para crecer. Si no creces, enseñarás a tus hijos a no hacer nada, a no crecer. Es una cadena que sólo puede romperse cuando alguien decide cambiar, cuando alguien obtiene su propio criterio.


Hay una escuela fundada hace más de 2400 años en Chipre que nos deja una lección poderosa. Imagina un barco que se hunde y su dueño se convierte en esclavo. ¿Qué hace el esclavo? Empieza a mirar hacia arriba, porque ya está en el fondo y no puede caer más bajo. La decisión de cuánto quieres crecer depende solo de ti.


No te daré una receta millonaria, pero te diré que sin disciplina, esfuerzo y determinación, no sucederá. Ni siquiera las bendiciones del cura te sacarán de tus malos hábitos si no decides cambiar. Somos personas cómodas que esperan que otros nos digan que estamos destinados al éxito. Pero la realidad es que el crecimiento debe ser integral y evolutivo, mejorando cada aspecto de nuestras vidas.


Adaptarse es la clave, y para mejorar profesionalmente, debemos esforzarnos todos los días. La historia de Pablo Picasso ilustra este punto: su garabato, aparentemente simple, fue resultado de 20 años de aprendizaje, innovación y perfección en su arte. Esa es la esencia del valor agregado en la vida: crecer, aprender, innovar y perfeccionar durante el tiempo.


Reflexionemos sobre el esfuerzo de grandes artistas, escritores y músicos que dedicaron años de trabajo constante para llegar a la excelencia. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a estudiar, practicar y esforzarnos todos los días para alcanzar nuestros sueños? La disciplina y la resiliencia son las herramientas que nos llevarán al éxito, pero depende de nosotros dar el primer paso y mantenernos firmes en nuestro viaje hacia el crecimiento personal y profesional. ¡El cambio comienza ahora!


¡Imaginen la armonía que alcanzarán al disciplinarse y crecer! El tiempo que dediquen a mejorar sus vidas es la clave. En tiempos difíciles, es el momento perfecto para entrenarse, disciplinarse y avanzar gradualmente. Les contaré mi experiencia: comencé en la informática hace más de 30 años, cuando todo estaba en inglés y las pantallas eran verdes. Pero con esfuerzo, logré aprender y evolucionar.


Consideren el tiempo que pasamos estudiando en la escuela, alrededor de 18 años entre la básica, primaria y universidad. Ahora imaginen dedicar ese lapso a perfeccionar una habilidad específica. En ese tiempo, acumularían una experiencia invaluable, convirtiéndose en expertos en sus campos.


Somos el presente, y aunque no tengamos un resultado espectacular de inmediato, comencemos por nosotros mismos hoy mismo. Las palabras de las personas mayores no definen nuestro destino. Siéntanse ganadores, tomen el control y comiencen hoy, incluso si es  de noche.


Recuerden que las ideas de creación son sus sueños. Trabajar para alguien más implica vivir sus sueños, no los suyos propios. Sigamos el ejemplo de los estoicos, que usaban el autoanálisis para convertirse en personas excelentes. Busquemos la excelencia sin atropellar a nadie.


La vida es lo mejor que tenemos, y está en nuestras manos mejorarla. No dejemos que las ideas se conviertan en religiones que no aportan al bien. Creemos una fuente de ideología para nuestras familias y aspiremos a ser mejores seres humanos.


Agradezco a todos por estar aquí. La vida está hecha para ser grande, y ya ganamos al crecer en el vientre de nuestras madres. La disciplina, la virtud y la resiliencia estoica son las claves para alcanzar el éxito. ¡Así que aprovechen este viernes, el cuerpo lo sabe, y avancemos hacia un futuro mejor! ¡Tengan una excelente noche y que esta reflexión los impulse hacia adelante! ¡Gracias!





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